Foto: AFP
Estados Unidos — Tras 13 años de espera, la madre de Julian Hernández recibió en su casa en Birmingham, Alabama, la llamada que llevaba tanto tiempo esperando: las autoridades habían encontrado a su hijo vivo y sano.
La última vez que había visto a Julian tenía 5 años y estaba con su padre, Bobby Hernández, quien lo iba a llevar a la clase de kínder. En cambio, el hombre aprovechó la ocasión para esfumarse sin que nadie supiera más de ellos, hasta ahora.
El joven, que ahora cuenta con 18 años, fue descubierto en Cleveland, Ohio, cuando trataba de solicitar el ingreso a la universidad. Algo no cuadraba en sus datos personales lo que generó sospechas sobre su auténtica identidad.
Una investigación por parte del personal de la universidad encontró que el joven estaba en una base de datos de niños desaparecidos.
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