Con esto, el Movimiento Democrático Brasileño asume por segunda vez el gobierno de forma indirecta
Foto: Agencias
Brasil — Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil con 61 votos a favor y 20 en contra, luego que los parlamentarios del Senado de ese país se manifestaran en una sesión instalada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski.
Posteriormente se debatirá sobre la inhabilitación política de Rousseff en otra sesión, procedimiento que fue logrado por el Partido de los Trabajadores.
La exmandataria tiene —a partir de ayer—, un mes de plazo para abandonar de manera definitiva el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial durante seis años.
Tras este voto de los 81 senadores, Michel Temer asumió ayer la presidencia de Brasil en una ceremonia en el mismo Senado que destituyó a Rousseff.
Tras entonar el himno brasileño, Temer, de 75 años, exvicepresidente de Rousseff, juramentó el mando.
Mantiene sus derechos políticos
El Senado decidió mantener los derechos políticos a Rousseff, minutos después de haberla destituido. En la votación, 42 senadores se inclinaron por inhabilitar a Rousseff, 36 votaron a favor de mantenerle los derechos y tres abstenciones, por lo que no se alcanzó los dos tercios (54 votos) de la Cámara Alta necesarios para aprobar este tipo de mociones.
Rousseff: Se consumó «un golpe de Estado»
El senado de Brasil consumó este miércoles «un golpe de estado parlamentario», dijo Dilma Rousseff, en su primera reacción tras ser destituida.
Visiblemente afligida, señaló: «Decidieron por la interrupción del mandato de una presidenta que no cometió crimen. Condenaron una inocente y consumaron un golpe de Estado».
«Volveremos, volveremos», prometió Rousseff. «El Senado Federal tomó una decisión que ingresa a la historia como una de las grandes injusticias», afirmó visiblemente emocionada, pero sin derramar ni una lágrima.
«Oigan bien: ellos piensan que nos vencerán, pero están equivocados. Sé que todos vamos a luchar», añadió.
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