Santiago — El Congreso chileno aprobó ayer la primera ley de uniones civiles o de hecho, que regula la convivencia y crea un nuevo estado civil accesible a parejas heterosexuales y homosexuales, una demanda histórica de la comunidad gay.
Tras cuatro años de tramitación y con un amplio respaldo, la ley crea el «Acuerdo de Unión Civil» (AUC), que hace posible a las parejas que conviven sin estar casadas compartir bienes a nivel jurídico, recibir herencias y pensiones, o ser carga en el sistema de salud, entre otros derechos.
En caso de que la madre o padre biológico esté inhabilitado, el cuidado de menores se otorgará dando prioridad a los convivientes o cónyuges.
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