Los chicos atrapados en la cueva no saldrán al mismo tiempo. El rescate, que podría demorar meses, se hará en etapas y comenzará con quienes estén totalmente preparados
Foto: Agencias
Tailandia – Los 12 escolares y el monitor atrapados en una cueva del norte de Tailandia desde hace once días han empezado lecciones aceleradas de aprendizaje de natación y buceo, la única manera de abandonar la gruta. Un grupo de diez soldados de la Marina tailandesa, liderados por un médico militar, buzos y consejeros se encuentran con el grupo para evaluar la evolución de sus condiciones físicas.
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Precisamente, un nuevo vídeo publicado por la Marina tailandesa muestra a los niños dentro de la cueva visiblemente delgados y arropados con mantas térmicas, pero saludando e incluso riendo.
«La condición de la mayoría de ellos es buena. Están cansados y necesitan un tiempo para reponerse. Además algunos de ellos no saben nadar y hay que enseñarles como bucear. Debemos hacer todo lo posible para sacarlos» de la guarida subterránea, ha declarado Weerachon Sukondhapatipak, portavoz del Gobierno tailandés.
Durante la jornada del miércoles, la ausencia de precipitaciones ha abierto la esperanza de una pronta operación de rescate dentro de la cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la norteña provincia de Chiang Mai. Además, el incesante trabajo de unas 20 bombas de extracción de agua drenan unos 10.000 litros por hora de los pasadizos inundados, precisó uno de los miembros rescate.
«Bucear es la única salida (…) hay que intentarlo antes de la llegada de las lluvias, después será más complicado», ha subrayado el alemán Torsten Lechler, asesor técnico en las operaciones.
«Tenemos a 13 personas frágiles que tienen que bucear, escalar, bucear y volver a caminar. Todos están bien de salud, pero necesitan unos días para recuperar las fuerzas», añadió el experto.
Miembros de los cuerpos de élite del Ejercito tailandés y voluntarios tratan de trazar el plan de extracción «más seguro».
«Hay que tener en consideración muchos factores, entre ellos los físicos y los psicológicos, a la hora de planificar la misión», ha apuntado a los medios la capitana Jessica Tait, portavoz de los militares de Estados Unidos desplegados en tareas de asistencia.
Por su parte Ruetaiwan Patisen portavoz de los equipos de rescate, afirmó que «no hay prisa», al asegurar que los niños y su monitor saldrán cuando estén listos.
De momento, los escolares, de entre 11 y 16 años y su entrenador de fútbol, de 26, están siendo alimentados con suplementos energéticos y vitaminas y las autoridades creen que las tareas de salvamento pueden durar desde una semana a algunos meses.
Dos submarinistas británicos localizaron a los niños atrapados en la cueva en Tailandia
Aclamados como héroes. Tailandia aplaude las complicadas labores de rescate de los 12 niños y un monitor atrapados en una cueva al norte del país, y en especial la actuación de los dos submarinistas que dieron con el paradero del grupo. Se trata de Rick Stanton y John Volanthen, dos especialistas británicos que forman parte del amplio operativo desplegado para llevar a los niños de vuelta a casa.
Ambos son miembros del Consejo Británico de Rescate de Cuevas, aunque en el ámbito profesional Stanton es bombero y Volanthen es ingeniero. Tuvieron que bucear un tramo de 1,5 kilómetros anegados durante unas tres horas, nadando a contracorriente y agarrándose a los muros, según detalló a la BBC el vicepresidente de la organización para la que trabajan, Bill Whitehouse. «Los dos han estado al frente del operativo», subrayó.
Stanton, natural de Coventry, cuenta con una amplia experiencia en rescates complicados. En 2004, participó en el operativo de evacuación de seis militares británicos que quedaron atrapados en una caverna en México. Su actuación le valió una condecoración de la Reina Isabel II.
Hasta ahora, el propio Stanton reconoció que el operativo más difícil en el que había trabajado fue en el de un espeleólogo en Ardeche, al sureste de Francia. El hombre había acudido al lugar para explorar la gruta, pero un corrimiento de tierra lo dejó incomunicado. En declaraciones al Coventry Telegraph, explicó: «Estuve ahí con otro buzo durante diez días y fue un momento muy estresante. Era una cueva muy peligrosa». En aquella ocasión no lograron salvar la vida del espeolólogo, que fue hallado ahogado.
A pesar de que desde el primer momento en que las familias se dieron cuenta de que los niños habían desaparecido y la rapidez con la que los equipos de rescate activaron el protocolo, fueron necesarios diez días para localizar al grupo. La cueva en la que se encuentran es la cuarta más grande de Tailandia y cuenta con cerca de 10 kilómetros de galerías que han quedado anegadas con las lluvias del monzón.
El agua turbia y las grandes dimensiones de la gruta no solo complicaron la localización de los niños, sino también su rescate. Las autoridades ya han alertado de que podrían pasar hasta cuatro meses, periodo que dura la estación del monzón, para poder liberarlos. Por el momento, lo primordial es llevarles agua y comida para que puedan recuperarse cuanto antes.
En las últimas horas los más de mil efectivos procedentes de diferentes partes del mundo que se han desplazado hasta el lugar han bombeado 120 millones de litros de agua para que baje el nivel en la galería y proceder a la evacuación del grupo.
Otra de las opciones que se baraja es trasladar equipos especializados hasta la zona para que los niños aprendan a bucear y salgan de la gruta guiados. El extenso recorrido y la inexperiencia de los menores, sin embargo, complican el operativo y los expertos alertan del peligro.
Rescate de niños en Tailandia: Podrían tener daños en su salud
El mundo suspiró de alivio cuando los niños de un equipo de fútbol y su entrenador fueron hallados con vida dentro de una cueva al norte de Tailandia, este lunes.
Encargados del rescate preparan gafas de bucear para introducir en la gruta
Durante esa noche, se evaluó el estado de salud de los 12 jóvenes, con edades entre 11 y 16 años, y de su instructor: parece que solo sufrieron lesiones menores como erupciones en la piel, según la Fuerza Naval de Tailandia. Un médico y una enfermera están entre loas personas que los atienden.
El equipo de fútbol Wild Boar entró a explorar la red de cuevas el pasado 23 de junio, cuando fuertes lluvias estacionales inundaron la entrada, dejándolos atrapados en el interior. Su desaparición provocó un desesperado esfuerzo de búsqueda y rescate que se extendió por nueve días.
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