¡Hasta cuándo tiene que padecer el pueblo las consecuencias de la huelga de los trabajadores del Metro: trenes y autobuses!
¿Acaso es que ya pagaron a los trabajadores el dinero reclamado a la empresa y como no les interesa el pueblo, tan pueblo como los trabajadores del Metro, éstos se quedan en los patios y talleres sin hacer nada pero cobrando sueldos y beneficios laborales?
¿Será que al Presidente de la empresa y demás altos funcionarios, incluido el Ministro de Transporte, tampoco les importa el pueblo usuario de los servicios que debe prestarle el Metro a la comunidad, cada día más agobiada por el creciente aumento de los pasajes que cobran autobuses particulares y carritos por puesto a la gente de muy pocos recursos?
Pasan los días y ni la administración local, ni los trabajadores del Metro, hacen lo que deben ―salir a trabajar― para que la gente pobre no sufra tanto la inclemencia económica que golpea a los desamparados: ¿Es que hay una conspiración contra la paz pública, urdida desde el Metro, contra el pueblo de Maracaibo? ¿Es que están provocando la violencia de las masas desesperadas, esclavizadas por los transportistas privados, ante la desvergonzada conducta de los administradores del Metro?
¿Será que trenes y autobuses están dañados y no hay repuestos? Será que la desvergüenza hace que los trabajadores, habiendo cobrado callan para no tener que trabajar y el Presidente y gerentes de METROMARA encubren el desastre para no rendir cuentas?
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