Maracaibo — Un cambio sorpresivo se produjo en la Gerencia General del Banco Central de Venezuela (BCV), en la oficina de Maracaibo: En medio del mayor silencio salió Rafael Rosales, del cargo de gerente general y según pudo conocerse, todo se hizo bajo la figura de una jubilación anticipada.
Para sustituirlo en tan alto cargo, fue designada la señora Nereida de Sanguino, presuntamente la esposa del economista Ricardo Sanguino, presidente del instituto emisor, quien asumió el cargo a la salida del por años presidente del Central, Nelson Merentes.
Según pudo conocerse, extraoficialmente, pues sobre el caso se guarda hermético silencio, se comenta en el ambiente, que la jubilación prematura se le acordó por unos proyectos relacionados con la Moringa, inapropiadamente procesados y que aceleraron su salida del banco.
Tal como se recordará, el señor Rafael Rosales se vio comprometido en un caso grave de seguridad en su casa de habitación, cuando un vigilante del Banco Central, destacado como custodio de su residencia, mató a una persona que se presumió intentaba atracar la casa del funcionario quien, según se comentó, no tenía autorización para usar personal de la empresa como custodios de su lugar de habitación.
Resultó que el supuesto atracador de la casa, era un polisur quien fue muerto por Bernardo Piña, hermano del comisario del CICPC, Hilario Piña, quien a su vez fue asesinado, tiempo más tarde, en San Francisco, impactado con más de 45 tiros cuando salía del Banesco de Las 40, emboscado por una banda de delincuentes.
Este caso fue «entaparado» para evitar el escándalo pues los funcionarios de seguridad del Banco Central, no estaban autorizados para prestar protección al domicilio privado del señor Rafael Rosales, hoy colocado fuera del Banco Central.
Comente