«Solo tenemos la materia prima garantizada hasta enero de 2017»
Foto: Referencial
Caracas — La falta de materia prima tiene en «jaque» la producción de harina de maíz precocida, lo que significa que el plato principal en el desayuno de los venezolanos está «pendiendo de un hilo».
El director de alimentos de Empresas Polar, Manuel Felipe Larrazábal, indicó que están trabajando muy seriamente en este aspecto, de la mano de los productores agrícolas para lograr un acuerdo que permita garantizar la sostenibilidad del circuito del maíz blanco, para la posterior producción de harina de maíz precocida.
Larrazábal explicó que «los problemas para adquirir materia prima han llevado a una reducción del 80%, lo que significa un riesgo de no poder seguir». Asimismo, el directivo explicó que «no se realizarán nuevas importaciones hasta que se consuma toda la cosecha de maíz blanco nacional, lo cual tenemos estimado que durará hasta enero de 2017».
Por esta razón, la empresa tomó la iniciativa de elaborar un plan que permitirá superar los obstáculos que enfrenta el campo venezolano, en vista de que los productores agrícolas han registrado «muchas pérdidas» al mantener un precio regulado de 96,5 bolívares por kilo de maíz.
El representante de Polar, explicó, que el maíz blanco que utiliza la industria proviene de las importaciones que realiza el Gobierno nacional y también de la cosecha venezolana.
Quieren trabajar
Larrazábal enfatizó que «el presidente Maduro acusa a Polar de encabezar una guerra económica para provocar desabastecimiento, pero el precio que ellos establecieron para vender la harina PAN es de 190 bolívares, lo que significa unos 30 centavos de dólar, por debajo de la tasa oficial más alta, y esto, no permite cubrir gastos».
Es importante recordar, que en el mes de julio, la compañía denunció al gobierno ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por «acoso y discriminación», hecho que Larrazábal ratificó diciendo: «somos víctimas de discriminación para acceder a las divisas altamente subsidiadas para importar; y además somos víctimas de persecución».
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