Ginebra — La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó ayer un nuevo protocolo legalmente vinculante para reforzar la lucha contra el trabajo forzoso en todo el mundo, que afecta —según el organismo— a 21 millones de personas en todo el globo.
El protocolo, fue adoptado en la 103 Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra por 437 votos a favor, 8 en contra y 27 abstenciones.
La nueva medida actualiza el convenio 29 de la OIT sobre trabajo forzoso, una norma internacional aprobada en 1930 según reseñó en una nota de prensa.
«El trabajo forzoso es una violación de los derechos humanos y la dignidad de millones de mujeres y hombres, niños y niñas que además contribuye a la perpetuación de la pobreza y es un obstáculo para el objetivo de ofrecer trabajo decente para todos», el director general de la OIT, Guy Ryder.
Un informe publicado por la OIT recientemente estima que cada año las formas modernas de esclavitud generan ganancias por unos 150.000 millones de dólares en la economía privada.
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