El economista Edinson Morales analiza que en Venezuela, aumentar la producción no será difícil porque «hay una capacidad instalada disponible del 70% en maquinarias»
Foto: Agencias
Caracas — Luego de tres años de haber implementado la Ley de Precios Justos, sin obtener resultados positivos, el Gobierno nacional reaviva su política de subsidios y control de precios.
La nueva fase de su medida radica en el llamado Plan 50, con el que el gabinete económico podría reducir hasta en un 20% los precios de 50 productos básicos y mantenerlos intactos.
A juicio del profesor universitario y economista Edinson Morales, el Plan 50 es una medida más de control, pero con la peculiaridad de nombrar a miembros de los Clap para que sean vigilantes de la inamovilidad de los precios.
En entrevista a QUÉ PASA, Morales propone que en lugar de imponer de nuevo un control de precios, el Gobierno implemente una «administración de precios». Morales afirma que los precios aumentan estrepitosamente debido a que el presidente anuncia aumentos unilaterales que afectan a las empresas. «No hay productividad. Por ello, los empresarios trasladan sus costos a los precios finales porque Maduro aumenta salarios sin recursos disponibles en las reservas internacionales», enfatizó. «El Gobierno les dice a los empresarios que les financiará los precios, pero en realidad no lo hará porque no tiene capacidad», argumenta.
Morales también asegura que la medida afectará recesivamente a los productores porque, según sus proyecciones, ocasionará desinversión en un contexto macroeconómico de alta volatilidad de precios con inflación de 176%, según la AN. «Maduro solo negocia con empresarios que son proclives al Gobierno por lealtad crediticia, pero casi ninguno apoya el control de precios. Solo un grupo pequeño lo hace», aseveró.
Consumo en picada
Morales arguye que controlar los precios generará un mayor déficit en la estructura de costos de los productores, por lo cual estos se verán obligados a aumentarlos. «El mercado responde con el aumento de precios», dice el economista.
Estima que la demanda de rubros ha caído como mínimo en un 20%, para el consumo de pollo, 30% para la compra de repuestos automotrices y 40% para la carne. Tanto la carne como el pollo son el centro de este próximo plan de regulación.
En opinión del economista, los aumentos salariales decretados por el presidente Maduro «no tienen nada que ver con la productividad y alejan la inversión».
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