Olalquiaga afirmó que para volver a comer tres veces al día se necesitan más empresas privadas y un cambio de Gobierno
Foto: Agencias
Caracas — Ayer, Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), durante una entrevista con el periodista Carlos Croes, habló sobre la economía del país e indicó que el modelo económico implementado no es el correcto.
En referencia a la importación de productos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), que la inversión de divisas en dicho proyecto debe ser invertido en materia prima para la producción nacional.
«El Estado está importando más productos de valor agregado, es decir, en vez de importar materia prima, son productos terminados, y por ende, más costosos», enfatizó.
Asimismo se refirió la nueva tasa de cambio Dicom y dijo que «para que haya un mecanismo de cambio que permita libertad cambiaria es necesario tener suficientes dólares, que en Venezuela no hay».
Cambios
Olalquiaga afirmó que el modelo económico no es el adecuado, «para tener una economía que permita comer tres veces al día hace falta tener más empresas privadas y para ello, un Gobierno distinto».
Consideró que los constantes incrementos de sueldo no ayudan a mejorar la situación, por muchos aumentos de sueldo que se haga, no van a beneficiar a nadie mientras no se pare la inflación.
Argumentó que la inflación que existe en el país «es el producto de tener mucho dinero y muy pocos bienes y servicios», indicando que para un cambio en la economía «debe haber acceso a materias primas y accesos financieros».
Encuesta
Ante el trabajo realizado por la encuesta de Coyuntura Industrial donde fueron incluidas 400 empresas de diversos sectores, Olalquiaga citó que el «45% manifestó que tiene un mes o menos para ir a trabajar», por lo que puntualizó que «las empresas están manifestando que no van a poder sostenerse teniendo menos ventas».
«Tenemos una novena parte de la capacidad de producción desde que asumió la revolución», apuntó.
Por otro lado, agregó que «la guerra económica no existe, lo que existen son medidas de políticas públicas indebidas que hacen cercar las empresas y las inhiben de poder producir».
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