Estados Unidos — El grupo de casinos Caesars Entertainment anunció ayer que su principal división, propietaria del célebre Caesar Palace de Las Vegas, se acogerá a la ley estadounidense de quiebra (Chapter 11), para así seguir operando a resguardo de sus acreedores, pues tiene una deuda de 10 mil millones de dólares.
Este plan le permitirá proseguir con su actividad protegiéndose de los acreedores, en el marco de un plan de reestructuración dirigida a «reducir significativamente la deuda a largo plazo y el pago de intereses anuales», indicó en un comunicado.
La operación no afectará a su actividad, que seguirá con normalidad en sus locales y seguirá pagando a los proveedores.
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