Foto: Agencias
Golden State supo aprovechar muy bien su condición de local y le propinó a Cleveland las dos primeras derrotas en casa para poner a los Cavaliers en una posición incómoda en la serie al mejor de siete encuentros
De la mano de sus astros Stephen Curry y Klay Thompson, los campeones defensores Golden State Warriors saldrán hoy en busca del tiro de gracia a los Cleveland Cavaliers para adjudicarse su segundo título consecutivo de la NBA. Con la serie prácticamente en el bolsillo 3-1 a su favor, el conjunto californiano regresa a sus predios de Oakland con el instinto de un boxeador cuando ve que su oponente está en mal estado: perseguirlo sin tregua hasta lanzarle el golpe fatal y definitivo.
Golden State supo aprovechar muy bien su condición de local y le propinó a Cleveland las dos primeras derrotas en casa para poner a los Cavaliers en una posición incómoda en la serie al mejor de siete encuentros.
Luego, en la primera salida en Cleveland, Kyrie Irving y LeBron James se encargaron de decirle a su público que tenían fuerza suficiente para dar la pelea contra el mejor equipo de la temporada regular, que impuso récord de 73 victorias y apenas nueve derrotas.
A puro triple
Con la victoria del viernes, los Warriors dejaron también una nueva marca, pues con la suma de 73 triunfos en la temporada regular y ahora de los playoffs tienen 88, una más que la que establecieron los Chicago Bulls de Michael Jordan en la campaña de 1995-1996.
Curry y Thmpson saben imponerse a puro triples. Lo demostraron en el segundo encuentro en Cleveland, cuando ayudaron al equipo a anotar 17 disparos de tres puntos, una nueva marca para un partido de la final, dejando atrás a los San Antonio Spurs, que habían logrado 16.
Una férrea defensa de los Warriors también ha sido un cerrojo en estos partidos.
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