Secuestro de su madre compromete a Salvador Pérez

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3 de marzo, 2016 - 1:41 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Foto: Agencias

Hace cuatro años, el venezolano Salvador Pérez firmó con los Reales de Kansas City un acuerdo favorable al equipo, en parte para que su madre, Yilda, no tuviese que trabajar más en su hogar en Venezuela. Ahora, el estelar recetor espera poder mudar a su mamá permanentemente a Estados Unidos.

Pérez y los Reales Kansas City llegaron a un acuerdo para un contrato hasta el 2021, lo que garantiza al venezolano 52,5 millones de dólares adicionales en cinco campañas. El acuerdo fue anunciado el martes, dos días después que la madre de Pérez, Yilda, fuese víctima de un robo de auto a punta de pistola en Venezuela. La madre no sufrió heridas y el vehículo fue recuperado más adelante por la policía nacional.

«Yo sigo amando mi país. Soy venezolano», dijo. «Hay lugares malos en todas partes del mundo —hay gente buena y gente mala— pero en Venezuela es un poco peor. Tienes que tratar de no ir allí. Te vas a otras partes».

Pérez dijo que se siente seguro cuando viaja a su país, pero eso es porque tiene seis guardaespaldas cuando visita clínicas o se reúne con fanáticos. Su compatriota y compañero de equipo, el torpedero Alcides Escobar, tiene cuatro guardaespaldas cada vez que sale a la calle.

No quiere pasar por lo de Ramos

Hace cuatro años, el cátcher de los Nacionales Wilson Ramos fue secuestrado junto a su casa en Valencia, la ciudad donde se crio Pérez. Fue rescatado por comandos en las montañas dos días después. «A veces entiendo por qué las personas malas lo hacen. Tienen cuatro hijos, no tienen trabajo, quiere poder comprar comida», dijo Pérez. «Hacen cosas malas, pero tienen que hacerlo».

Pérez tiene la residencia permanente en Estados Unidos y quisiera naturalizarse, pero su madre está limitada a visitas de seis meses. Ella planea sumársele en Arizona y Pérez planea buscar opciones para asegurarse de que Yilda se puede quedar con él de forma permanente. «Cuando cosas como esa (el asalto) suceden», dijo, «pensamos en quedarnos aquí y no regresar más al país. Pero es duro, porque aún tengo familia allí. EL año pasado visité solamente por cinco semanas, este año quizás por dos, pero es duro. Me entristece porque amo mi país. Hay buena gente allí. La gente tiene que entender eso».

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