La misa del funeral será este jueves a puerta cerrada para los familiares y miembros del equipo
Foto: Agencias
La tarde de este miércoles una vez más se removieron las emociones en la ciudad de Miami. Con la presencia de fanáticos entristecidos y miradas cabizbajas, jugadores y empleados de los Marlins escoltaron una carroza fúnebre que llevaba los restos del pitcher José Fernández desde el estadio del equipo hasta el lugar de su velorio. Fernández, quien se proyectaba como una de las grandes estrellas de las Grandes Ligas, fue una de las tres personas que murieron en un accidente de botes cerca de las costas de Miami Beach, el pasado domingo.
El dueño de los Marlins, Jeffrey Loria, el mánager Don Mattingly, el coach de bateo Barry Bonds y los jugadores del equipo, incluyendo su estrella Giancarlo Stanton, vistieron camisetas blancas con la imagen de Fernández y las letras «RIP» (Descansa en Paz) mientras caminaban lentamente alrededor de la carroza que salía del Marlins Park en el barrio Pequeña Habana de Miami.
Estrella de los Marlins
El lanzador derecho, nacido en Santa Clara, estaba por terminar su mejor temporada en las Mayores, con un récord de 16-8 y un promedio de 2,86 de efectividad. Fernández dejó en su corta carrera un balance de 38-17, y un asombroso registro en casa de 29-2 y en esta campaña un récord para la franquicia de 253 ponches, el segundo mejor en toda las Grandes Ligas.
La misa del funeral será este jueves a puerta cerrada para los familiares y miembros del equipo. Además de Fernández, fallecieron Emilio Jesús Macías, de 27 años, y Eduardo Rivero, de 25.
El lanzador nacido en Cuba huyó de la isla a los 15 años y se convirtió en una estrella de Grandes Ligas, y en el jugador más popular de los Marlins. En 2013 ganó el premio al Novato del Año de la Liga Nacional, y fue elegido en dos ocasiones al Juego de Estrella.
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