Foto: Agencias
Josh Hamilton tuvo un regreso discreto, pero al fin volvió a la pelota de Grandes Ligas y con el club de sus amores, los Vigilantes de Texas. El jardinero se fue sin imparable en tres turnos oficiales al bate este lunes en el triunfo 10-8 de los Vigilantes sobre los Indios, en Cleveland.
Fue el primer partido de Hamilton con la casaca de los Vigilantes desde el 3 de octubre del 2012, el último partido de esa temporada. «Creo que tuve un par de buenos turnos al bate y me sentí bien en general», dijo Hamilton al finalizar el partido. Sin embargo, dos pitcheadas después se ponchó. En el tercer inning, Hamilton negoció un pasaporte, que después se convirtió en carrera. Se ponchó en el quinto inning, y se embasó en el séptimo rollo, gracias a un mal tiro del pitcher hacia la primera almohadilla, tras rola que parecía sin peligro del texano. A la defensiva, abrió en el jardín izquierdo, donde cometió un error al tratar de atrapar un elevado en la segunda entrada, y cerró el partido en el jardín derecho sin mayores problemas en el noveno capítulo.
De nuevo en la Gran Carpa
Para Hamilton fue su debut en la temporada 2015 de las Grandes Ligas luego de convalecer de una operación en el hombro que sufrió en febrero pasado. Fue canjeado el 27 de abril por Angelinos de Los Ángeles de vuelta a los Vigilantes, el club con el que jugó sus mejores cinco temporadas en la Gran Carpa, del 2008 al 2012, años en que fue llamado al Juego de Estrellas de manera consecutiva. «Estoy contento de estar aquí, ha sido mucho trabajo en poco tiempo. Mi cuerpo ha respondido bien. Mentalmente, me siento bien. Físicamente estoy listo». En cinco campañas con Texas, Hamilton bateó .305 con 142 cuadrangulares y 506 carreras producidas en 647 partidos. «Sé que nadie espera que regrese y sea como antes», comentó el jardinero, Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2010. «Pero yo estoy esperando eso de mí mismo».
Comente