El domingo por la mañana, el maratonista, medalla de plata en Río 2016, pasó la meta con brazos cruzados y alzados
Foto: Agencias
El gobierno etíope aseguró este lunes que Feyisa Lilesa, el maratonista que protestó en los Juegos Olímpicos de Río 2016 contra la política de gobierno de Etiopía, no va a ser acosado ni perseguido cuando regrese a su país, indicó la radio estatal Fana.
El domingo por la mañana, el maratonista, medalla de plata en Río 2016, pasó la meta con brazos cruzados y alzados, en un gesto utilizado durante las recientes manifestaciones antigobierno en Etiopía.
En la rueda de prensa volvió a repetir la seña y aseguró que temía regresar a su país luego de su acto de protesta. Lilesa teme ser apresado o asesinado tras su seña «en contra de la actitud del gobierno hacia los Oromo», una de las dos principales tribus del país, que representan casi el 60% de la población, de la que Lilesa forma parte, y que actualmente son perseguidos, apresados y asesinados a causa de no querer permitir el abuso del gobierno de querer apoderarse de sus tierras.
«Lilesa no se va a encontrar con ningún problema por su posición política», afirmó este lunes el portavoz del gobierno, Getachew Reda, citado por Fana. «El atleta (Lilesa) va a ser bien recibido en casa al igual que el resto de los miembros del equipo olímpico etíope», añadió la fuente. Sin embargo, aún no está claro si Lilesa planea regresar a su nación.
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