El marketing se considera como una ciencia que se encarga de influir en la mente del consumidor para que realice una acción que la empresa busca; ya sea en comprar más camisas, cambiar su celular casi nuevo por otro, o simplemente hacer que el jugador siga apostando a la ruleta, aunque el mismo se encuentre perdiendo.
Por tales motivos, el marketing es muy utilizado en estos días como una estrategia de ventas y de atracción, como es el caso de los casinos online.
Los casinos tradicionales estimulan a los jugadores a permanecer siempre en el lugar de las apuestas. El portal www.ruletafrancesa.org explica que en las grandes casas de apuestas de Miami ofrecen comidas, bebidas, presentaciones de grandes artistas y demás lujos a los apostadores de las ruletas para estos se mantengan siempre en el lugar; y ya en el sitio, los colores, la música, los shows en vivo de artistas reconocidos y el ambiente en general, motivan a cualquier cliente a seguir jugando.
Los casinos siempre están en la búsqueda de llamar la atención e influenciar en las personas para que no quieran salir del establecimiento.
Ya como nos encontramos en una era moderna, el marketing también evoluciona en los casinos online, pero de una manera diferente a la de las casas de apuestas convencionales. Por ejemplo, martingala.info utiliza técnicas de marketing muy sutiles y casi imperceptibles. Este tipo de portales ofrecen bonos de bienvenida, tiradas gratis y demás ofertas, pero solo si te atreves a apostar. Una tentadora oferta la cual nadie se negaría. Ahí vemos el marketing oculto, una grandiosa técnica que se presenta como una gran ventaja.
El marketing esta creado para generar más ganancias a aquel que lo sepa dominar y emplear de la forma correcta, y los casinos utilizan estas estrategias para que los jugadores apuesten cada vez más.
Para concluir, es razonable siempre echar un vistazo a revistas de marketing y estar al pendiente de las nuevas técnicas de marketing que no son solo usadas en los casinos, sino que también son aplicadas en tiendas de ropa, supermercados y, en general, cualquier lugar donde el propósito sea incentivar al cliente a realizar la acción de gastar más dinero.
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