Foto: Agencias
Las 56 fotografías de gran formato tomadas por Bert Stern y conocidas como The Last Sitting (La última sesión, en inglés) tuvieron un precio de salida de 60 mil euros y se vendieron por 120 mil euros a un coleccionista privado.
La sesión fotográfica tuvo lugar en un hotel de Los Ángeles a finales de junio de 1962, seis semanas antes de que muriera la actriz, y de ella salieron algunas de las imágenes más recordadas de Monroe.
En esas fotografías, Monroe aparece retratada tanto en blanco y negro como en color, personificando al mismo tiempo la elegancia con un vestido negro como la sensualidad al posar desnuda detrás de un vaporoso pañuelo.
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