Debido a sus políticas contra los inmigrantes, la ceremonia de los premios Oscar no escapó de las críticas contra el presidente de los EEUU, Donald Trump
Foto: Agencias
Las comedidas protestas contra el mandatario estadounidense comenzaron en la alfombra roja, cuando los actores Ruth Negga, Lin-Manuel Miranda, y la modelo Karlie Kloss, lucieron el lazo azul por los derechos civiles que proponía la Unión Americana de Libertades Civiles.
Seguidamente, al inicio de la gala el presentador, Jimmy Kimmel, le puso el toque irónico a la noche al comentar que eran los Oscars menos racista de la historia, en referencia a las nominaciones de actores afroamericanos a comparación de 2016, lo que coincidió con la llegada al poder del magnate.
Asimismo, contribuyó a que recibieran con una gran ovación a la reconocida actriz Meryl Streep, quien durante la entrega de los Globos de Oro ofreció un discurso contra la visión de trump.
Por su parte, el film El Viajante se llevó la estatuilla como Mejor Película Extranjera, del director iraní Asghar Farhadi, quien decidió no asistir a la ceremonia en rechazo a la decisión del Gobierno estadounidense de limitar la entrada a las personas procedentes de siete países de mayoría musulmana.
«Mi ausencia tiene que ver con el respeto que siento por la gente de mi país y por la de los otros seis que han sido víctimas de una falta de respeto. Así se divide el mundo. Los directores de cine crean empatía y unen», expresó a través de una carta.
A pesar de eso, la frase más célebre de la noche estuvo a cargo del actor Gael García Bernal. «Como mexicano, como inmigrante, como trabajador, estoy en contra de cualquier muro», dijo durante el anuncio de la categoría al Mejor Diseño de Producción, por lo que los aplausos no se hicieron esperar.
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