El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, padre José Virtuoso, desmintió el día de ayer que se prohibiera la proyección de la película Tamara en la casa de estudios
Foto: Agencias
«Las universidades son casas de conocimiento universal, por eso no podemos prohibir la enseñanza de este, todo lo que sea provechoso para el aprendizaje es bien recibido, cada cátedra es independiente y al igual que cada profesor, por eso queda a discreción de cada quien, sin embargo en la universidad esta película no está prohibida», resaltó José Virtuoso.
Días atrás se difundió la información de que dos universidades habían prohibido la proyección del filme, inspirado en la vida de la diputada Tamara Adrián.
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La película Tamara, dirigida por Elia K. Schneider, producida por José R. Novoa y con guión de Elia K. Schneider y Fernando Butazzon, fue protagonizada por el actor Luis Fernández.
El equipo de producción de la película Tamara informó que las universidades Católica Andrés Bello (UCAB) y Católica Santa Rosa (Ucsar) prohibieron la proyección del audiovisual en las sedes de las casas de estudio por «hacerle propaganda a la transexualidad».
Profesores de la UCAB, sede Caracas, alegaron que la película no podía ser presentada por ser un producto que hace propaganda a la transexualidad, por su parte, en la Ucsar el rector del recinto prohibió la exhibición de la película en una actividad académica.
Ante esta situación, la directora Elia K. Schneider dijo que con estas actitudes «se está multando la actividad académica» en los espacios académicos.
«Con estas actitudes sectarias, de censura oculta en algunas universidades venezolanas, se está mutilando la libertad académica de investigación y creación, principios fundamentales que originaron el concepto de universidad como institución de educación superior y magnánimo en el resto del mundo».
El productor José Ramón Novoa lamentó profundamente que en el siglo XXI sigan con los complejos y las censuras.
«Los que las ejercen solo demuestran gran debilidad en sus argumentos y no tienen forma alguna de defender su principios cobardes y escapistas. Tapar la realidad con un dedo e intentar borrar el tiempo que se vive, es impedir la libertad de expresión. Cosas de los tiempos que vivimos», aseveró.
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