Foto: Endry Polo
Maracaibo — Transeúntes y conductores que se desplazan a diario por la concurrida Curva de Molina temen ser tragados por un creciente hueco en el asfalto, que acaba con los cauchos, amortiguadores de los vehículos y con los riñones de sus pasajeros.
El vistoso cráter se encuentra en la intersección de la referida avenida, a pocos metros del semáforo y no solo crece con el tiempo, sino que se ha convertido en una piscina de agua y barro.
Quienes sufren por el temido agujero piden a gritos !le echen un asfaltico!
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