Los colores producen reacciones psicológicas y fisiológicas en el ser humano

27 de octubre, 2013 - 7:19 pm
Redacción Diario Qué Pasa

 

«Los colores son la lengua universal y cada humano se relaciona rápidamente el uno con el otro a través del uso de los colores. También tienen una estrecha relación con los circuitos cerebrales», según Albert Einstein.

Los efectos psicológicos que se han podido comprobar, son básicamente de dos tipos: los que se definen como directos, que hacen que un ambiente parezca alegre o sombrío, frío o cálido, etcétera; y los indirectos, relacionados con los efectos y con asociaciones subjetivas u objetivas de los individuos frente a los colores. Esta característica subjetiva de la apreciación de los colores, hace que las consecuencias secundarias sean las más discutidas, ya que pueden variar de acuerdo con los diferentes individuos.

Otro componente que juega un papel importante en la apreciación de los colores, es la iluminación del ambiente, ya que esta no solo puede modificar el color de acuerdo con la forma en que incide sobre la superficie pintada, sino que además puede «crear un ambiente» por sí misma.

Los colores inciden en la gente porque afectan su equilibrio químico causando un fenómeno físico fuerte y agradable. Los colores rojos y naranjas influyen en el sentido del tiempo: por ejemplo, en una sala de un doctor puede parecer interminable el tiempo de espera.

Mientras que si las paredes son azules o verdes la espera se hará más tolerante.

Los rojos y naranjas afectan el sistema suprarrenal (productor de adrenalina), incrementando la energía del cuerpo, también activa otros sistemas relacionados, como el inmunológico, el pulmonar o el sexual.

Los azules y los verdes accionan el sistema endocrino y una serie de neurotransmisores se activan produciendo calma e inspirando pasividad, a diferencia del rojo.

El anaranjado se relaciona con la comunicación, el equilibrio, la seguridad y la confianza. Es propicio para trabajar en equipo, ayuda a la interrelación y a la unión.

El amarillo es el más sutil de los colores cálidos, actúa como un energizante positivo que no llega a ser agresivo, dando fuerza al sistema digestivo y a los músculos.

El púrpura aumenta la resistencia de los músculos y tejidos. Expande el poder creativo desde cualquier ángulo. Tiene buen efecto sobre los problemas de ciática. Disminuye la angustia, las fobias y el miedo. Una luz color violeta suma el efecto estimulante del rojo y el tónico del azul.

El blanco es un color purificador, brinda sensación de limpieza y claridad. Ayuda a alejarse de lo sombrío y triste.
Tradicionalmente el negro se relaciona con la oscuridad, desespero, dolor, formalidad y solemnidad, puede utilizase en la decoración en pequeños detalles.

El gris puede expresar elegancia, respeto, desconsuelo, aburrimiento, vejez. Si se utiliza en exceso en un ambiente, lo hará parecer monótono y aburrido.

 

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