Sí podemos con la basura de Maracaibo

17 de agosto, 2014 - 1:54 pm
Redacción Diario Qué Pasa

De acuerdo a las estadísticas, la población mundial está creciendo a una data de 1.000 millones de habitantes cada 13 años, eso trae consigo una serie de efectos colaterales, entre los que destacan el aspecto social y ambiental. Solo como reflexión, tenemos que de acuerdo a datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Latinoamérica se genera un promedio de 0,63 kg/hab/día de residuos sólidos domiciliarios o basura, si a esto sumamos otros residuos de origen comercial, recolectados en las calles y áreas recreacionales, la estadística aumenta a 0,93 kg/hab/día. Consideremos ahora a una persona que viva 75 años y apliquemos el 0,63 kg de basura diaria, esto equivale a 17.2 toneladas a lo largo de su vida; es decir, que un grupo familiar de 4 miembros generaría un estimado de 70 toneladas, lo que equivale a un volumen aproximado de un millón de latas de aluminio.

Lo planteado tiene que llevarnos a una reflexión en cuanto a nuestra responsabilidad, en la gestión y manejo de la basura o residuos sólidos urbanos. Se hace menester un cambio estructural y de actitud, que nos permita transformar estos desechos en energía para el futuro. Existe una revolución mundial de aplicaciones de métodos y tecnologías para el aprovechamiento de estos desechos y convertirlos en materia prima para el futuro. Tal es el caso de un proyecto que se lleva a cabo en Gaza, Palestina, donde se transforma el plástico en gasolina, También destaca el caso de Oslo, Noruega, donde se incinera basura bajo un proceso de eficiencia ambiental y la convierten en energía. De tal manera que si logramos motivar a los ciudadanos a tener una conducta ecourbanista y dejar de ser egoístas con el ambiente, vamos a tener un cambio de conciencia, donde el ecoismo será la base fundamental para abordar los problemas medioambientales que se están presentando a nivel mundial, a lo cual no escapa nuestra Maracaibo.

En ese orden de ideas, quiero destacar una iniciativa de un grupo de actores de la sociedad marabina que realizó el Primer Congreso Internacional de la Basura y Residuos Sólidos. Como punto de partida para analizar, evaluar y presentar un modelo de gestión para Maracaibo, que posteriormente pueda ser aplicado en todo el estado Zulia y a nivel nacional, considero de muy loable y trascendental este paso. Es menester que la nutrida asistencia a las conferencias y mesas de trabajo se convierta en multiplicadores y responsables de un proyecto que nos permita tener en el mediano plazo una solución al problema de la basura que tiene la Maracaibo Mía, Siempre Mía de Udón Pérez. Se enfocó la situación con una visión nacional y un problema de estado. Se revisó el marco jurídico, diagnóstico de los vertederos, construcción de nuevos rellenos sanitarios y la importancia socioeconómica de la industrialización de los desechos sólidos. Es importante destacar la presencia de representantes de los tres niveles de Gobierno, es decir, nacional, regional y municipal —como debe ser—, ya que el problema ambiental es un problema de todos los ciudadanos.

Existen muchos componentes del proceso de administración y manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (Resurbanos) o basura, pero hay un denominador común que se llama educación ambiental. Tenemos que enfocarla como una corriente internacional de pensamiento y acción, que se debe iniciar en las escuelas y hogares para lograr cambios individuales y sociales que desarrollen una nueva actitud ante el ambiente y se logre un crecimiento sostenible. Desde esta perspectiva, la educación ambiental contribuye a desarrollar el sentido de pertenencia y adquirir los conocimientos, valores, actitudes y destrezas prácticas que les permite a las generaciones de relevo participar de forma responsable y afectiva en la previsión y solución de los escenarios ambientales, que se generan por la complejidad del acoplamiento entre el ambiente natural y el creado por el hombre.

Con frecuencia en nuestras reflexiones urbanas, analizamos el desfase existente entre las ciudades venezolanas, en este caso Maracaibo, con los diferentes modelos de urbes latinoamericanas, donde encontramos planes de desarrollo urbanísticos, movilidad urbana y manejo de desechos sólidos, con un marco legal consolidado y en pleno crecimiento con un desarrollo sostenido. Para construir la Maracaibo 2029, necesitamos maracuchos con pensamiento estratégico urbano y visión ecourbanista. Contamos con vos! @funmara500.

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