Maracaibo en tinieblas

12 de mayo, 2014 - 2:06 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Lo dicen las figuras políticas y administrativas del círculo más íntimo de la alcaldesa. Y tienen razón. Aquí lo hemos dicho con pelos y señales: la ciudad se nos ha puesto tenebrosa apenas se oculta el sol. La oscuridad cubre las principales avenidas avivando en uno la sensación de miedo. Por no hablar del tétrico estado de iluminación de calles y callejones en barrios y urbanizaciones populares que quedan a merced del hampa. Literalmente ocurre en los hechos un toque de queda en amplias zonas de la ciudad después de las ocho de la noche.

Da igual por donde uno transite, 5 de Julio, Delicias, Haticos, Sabaneta, San Jacinto, avenida Universidad, C-2 o C-3, y en el oeste ni se diga, donde han ocurrido verdaderas desgracias los últimos días, sin que las autoridades municipales, se hayan enterado. El estado es el mismo, la penumbra baña cualquier rastro de vida y atreverse a salir es cosa de aventurados.

Oscuridad, huecos, semáforos inservibles, basura y azotes de barrios y urbanizaciones se asoman en la oscuridad de la ciudad que deja en el desamparo y la indefensión a los maracaiberos.

De vez en cuando a los concejales afectos de la alcaldesa y a los directores administrativos les entra un ataque de realidad y no les queda sino reconocer el estado patético de la ciudad. Hacen bien en reconocerlo; cualquier cambio del estado en que se encuentra Maracaibo pasa por aceptar que estamos como nunca hemos estado en toda nuestra historia. Ojalá sigan por esa vía y decidan también entrarle de frente a resolverlos; antes que defender una gestión indefendible en honor a la verdad.

Tal vez la tiniebla más terrible no es esta que nos atemoriza después de las ocho de la noche, pero si la que está en las mentes de quienes tienen en sus manos el Gobierno municipal. La falta de ideas, la ausencia de propuestas ingeniosas, la incapacidad de hilar algo parecido a un plan de gestión de tal manera que los esfuerzos humanos, administrativos y financieros apunten hacia un horizonte de ciudad vivible, es la peor oscurana de todas las que se nos han venido encima.

La pobreza mental de quien tiene a su cargo la Alcaldía se contagia entre sus directores que viven enredados en la gestión diaria sin efecto alguno sobre el rumbo que le han dado a la ciudad. Maracaibo en la noche no tiene ya nada que ver con la lírica y la atmósfera de la danza que hizo Jesús Reyes «Reyito»; en manos de Eveling va camino a una ciudad fantasmagórica que alguna vez tuvo gloria y fue faro cultural y productivo de Suramérica y del Caribe.

La otra oscuridad puede solucionarla Corpoelec una vez se convengan los arreglos con la Alcaldía, pero la oscurana que anida en las mentes de la alcaldesa y sus cercanos no tiene remedio y ni una central nuclear puede darle luces. Allí campean las tinieblas a toda hora.

Tips

√ Los mejores deseos para todas las madres en su día, aunque en honor a la verdad todos los días son de ellas. Espero todo esté bien, mucha salud y prosperidad para los hogares maracaiberos.

√ La alcaldesa de Maracaibo se ha pronunciado a favor del sistema automatizado para el control de venta de gasolina. Pidió consulta y se está consultando. Esperemos que no cambie de opinión como lo ha hecho en otras ocasiones; le advertimos que va a tener problemas en su partido, el diputado Eliseo Fermín en su campaña —no se a que— ya anda contra esta medida.

√ El relleno sanitario ya está operativo, sin incendios, ni problemas para descargar. El Gobierno regional y las autoridades municipales correspondientes han llegado a un acuerdo de operación y administración, pero el problema de la recolección sigue intacto, los cerros de basura se ven por todas partes.

Que excusa se inventarán ahora el Imau y la alcaldesa. Parece que una de las estrategias que vienen implementando es recoger solo la mitad de la basura que se topan en las rutas: otra manera de reconocer la incapacidad para limpiar la ciudad. Da igual, el resultado va a ser el mismo: una ciudad hundida en un basural.

Han bajado las «guarimbas» aunque persisten algunos focos. Pero la ciudad sigue hundida en la anarquía. Los semáforos en varias intersecciones de la ciudad siguen dañados y no hay autoridad alguna que controle el tránsito, caos y desorden por doquier. El Imtcuma compite con el Imau a ver quién de los dos es más incompetente.

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