Hasta cuándo «guarimba»

26 de marzo, 2014 - 2:54 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Venezuela tierra de oportunidades, es el país en el quinto lugar entre los más felices del planeta. Todo gira entorno a tu mineral negro.

Hoy todo es «guarimba», el país lo enciende esa oposición que durante estos años solo ha recibido derrotas, obteniendo en las últimas contiendas electorales solo 3 gobernaciones y 25 por ciento de las alcaldías. La gobernación del estado Miranda no es atendida hace años; Lara y Amazonas permanecen en el complot total y las alcaldías como San Diego, San Cristóbal y Maracaibo en sintonía conspiradora con estos estados. Siempre se han creído mayoría, agreden con todo a revolucionario que se atraviese, dicen que existen hordas chavistas, colectivos marginales, analfabetas, desdentados que son los que ocasionan todo tipo de daños y destrucción, pretendiendo subestimar a un pueblo que los conoce y sabe de lo que son capaces, pues tienen expediente abierto desde 2002. Esos opositores son tan eruditos, tan pacíficos, tan llenos de amor, que solo les faltaría un poquito de irracionalidad para equilibrar su perfeccionismo.

A continuación, demuestran su intelecto/opositor: la madre  no envía al colegio a sus hijos e hijas porque así contribuye al golpe lento, el vecino y la vecina «guarimberos» quitan alcantarillas, sacan basura, hacen barricadas, queman, colocan guayas y alambres sin importar arriesgar la vida de su propia gente, logran encerrarse ellos mismos ¿Si ocurre una emergencia por dónde pasaría la ambulancia que les prestaría el auxilio necesario?

No se dan cuenta que en plena faena macabra se practican un haraquiri; es tal su desenfreno que su mentes eruditas no funcionan, los «educadores» regresan a los alumnos a sus casas porque no es «seguro» que estén allí, y te dicen que los aceptan bajo tu responsabilidad (forma parte del complot), el policía que te dice en la cara «de alguna forma hay que salir del hombre» cuando te quejas con él al dar vuelta en «U» no permitida porque no puedes seguir derecho por la «guarimba», los estudiantes «pacíficos» y otros vagos talan árboles sin conocimiento alguno que la naturaleza no puede formar parte de la política.

Protestan porque no hay comida e incendian camión con toneladas de alimentos y rocían gasolina en el área de carga del Abasto Bicentenario Norte (Maracaibo) incendiándolo y logrando cerrarlo hasta nuevo aviso. El «sacerdote» que siendo el representante de Dios en la tierra se une a la «guarimba», permitiendo que saquen la basura de su iglesia con la marcada intención de quemarla y con ella cerrar vías rápidas tan importantes como Milagro Norte, colocando cruces con los nombres de las victimas ocasionadas por sus «protestas pacíficas» y bloques de concreto con el propósito de ocasionar accidentes fatales.

Arremeten contra artistas y sus familias por el simple hecho de ser chavistas, mientras a los artistas opositores se les respeta su posición política. Son ellos mismos los que protestan porque no hay seguridad y no les tiembla la conciencia —porque no la tienen— cuando asesinan con guayas a un motorizado, ahogan hasta morir a tres adultos mayores impidiendo el paso del auxilio.

Después de la «guarimba» que ardió noche y día, convierten urbanizaciones en pueblos fantasmas donde la inseguridad reina; todo lo nacido en revolución, universidades, transporte público, centros de diagnóstico integral, centros deportivos, son destruidos sin ningún miramiento.  Como dijo «Pepe» Mujica: «Los que comen bien, piensan que se gasta demasiado en política social».

Dentro de 2 años, en esta dictadura que vivimos en Venezuela, la cúpula opositora puede llamar a referéndum y salir, si los resultados los favorecen, «de este régimen dictatorial» donde las protestas «pacíficas no violentas» han dejado muertos y heridos violentado derechos y garantías, como el derecho al estudio con un mes o más  sin clases.

Siempre en un proceso democrático se impone la justicia, pues sin ella no hay paz. Hoy se pone en ejecución la detención por parte del Poder Judicial de los «alcaldes guarimberos» Ceballo y Scarano, pues su conspiración y desacato hicieron de sus municipios un desastre que actualmente vive la propia gente que los eligió.

Ayer era contra Chávez, hoy es contra Maduro. Ambicionan poder a costa de lo que sea sin entender que lo perdieron hace 40 años cuando el pueblo era excluido, y solo visible y utilizado en procesos electorales. Hoy están condenados a un ¡No volverán!

Finalmente pregunto ¿Si habiendo perdido el poder se comportan de esta forma, cómo será si algún día llegaran a legalizar la «guarimba»?

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