Entreveo

15 de noviembre, 2015 - 3:05 pm
Redacción Diario Qué Pasa

El ascenso del comandante Chávez a la conducción del Poder Popular en 1999, instaura un sistema jurídico-político –inequívocamente democrático– nuevo y novedoso en Venezuela, como consecuencia de una secuencia de hechos sociopolíticos subversivos, que transformaron al país para siempre.

En consecuencia, el proceso electoral parlamentario del 6-D contiene en su esencia un legajo institucional, jurídico y político; que fue concebido, diseñado, orientado y activado con el liderazgo del eterno Chávez para redimir al pueblo venezolano, el mismo que desde la invasión de los genocidas y expoliadores europeos, permaneció condenado al aislamiento político y a la más cruenta miseria. El logro revolucionario, bolivariano y chavista de dimensión latinoamericana, debe reafirmarse y profundizarse con la victoria popular en las parlamentaria, o extinguirse con una antihistórica derrota.

Luego entonces, analizando con criterio político la coyuntura electoral del próximo 6 de diciembre, la consciencia indica a los revolucionarios, que la acción de cada uno de nosotros no deviene tan solo de una necesidad partidista, del resguardo de la fuerza política de los partidos que concurren al proceso electoral. Aquí está implícito un problema más complejo; se trata de defender la participación protagónica del pueblo en el ejercicio de la democracia, es decir, el poder del pueblo, de quienes con denigrante sumisión frente a los intereses del imperio «euroyanqui», están prestos a entregarles nuestra soberanía nacional y vender las riquezas naturales de todos los venezolanos, favoreciendo a la oligarquía criolla representada por la MUD y, a sus socios buitres transnacionales, en detrimento de las mayorías populares reivindicadas por Chávez y Maduro, con la acción del Gobierno humanista, que estableció la Revolución Bolivariana.

Inexorablemente, la pérdida de la soberanía nacional y la entrega de nuestras riquezas, pasa por negociar la patria con el FMI que impondrá la eliminación de las políticas de inclusión social, que a pesar de la baja del precio del petróleo, mantiene el Gobierno Bolivariano.

Finalmente, la soberanía popular, la cual se expresará a través del voto libre y consciente en las urnas electorales, tiene que ser defendida militantemente. No vacilemos en hacer lo que sea, por la victoria popular.

ENTREVEO N°031

Maracaibo, 08/11/15.

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