El papa Francisco y el celibato sacerdotal

8 de junio, 2014 - 1:48 pm
Redacción Diario Qué Pasa

El 26 de mayo del 2014, al terminar su peregrinación a Tierra Santa, el papa Francisco regresaba a Roma. En el avión tuvo un encuentro con periodistas que le preguntaron sobre varios temas. Un periodista alemán, sabiendo que el Papa se había entrevistado con el patriarca ortodoxo Bartolomé, le preguntó sobre el celibato de los sacerdotes. El papa Francisco respondió textualmente:

«La Iglesia católica tiene sacerdotes casados, ¿no? Los católicos griegos, los católicos coptos, ¿no? Hay sacerdotes casados en el rito oriental. Porque el celibato no es un dogma de fe: es una regla de vida que yo aprecio tanto y creo que es un don para la Iglesia. No siendo un dogma de fe, está siempre la puerta abierta: en este momento no hemos hablado de esto, como programa, al menos en este tiempo. Tenemos cosas más fuertes que emprender. Con Bartolomé este tema no es tocado, porque de verdad, es secundario en las relaciones con los ortodoxos, en este sentido». (Tomado de www.aciprensa.com).

¿Qué ha dicho el papa Francisco sobre el celibato?

Francisco, igual que sus dos predecesores, San Juan Pablo II y Benedicto XVI,  ha dicho sobre el celibato sacerdotal dos cosas: 1) que aprecia el celibato y lo considera un don para la Iglesia y 2) que no es un dogma de fe, sino una regla de vida.

Está claro que el Santo Padre Francisco tiene su propio estilo de declarar y lo hace atacando el núcleo de lo que se le pregunta, sin pararle mucho a que, si dice esto así o lo dice de otro modo aquello pueda prestarse a que los periodistas y las agencias de prensa saquen conclusiones muy variadas.


¿Qué significa que el celibato sacerdotal es una regla de vida y no un dogma de fe?

Significa que el celibato es un modo de vivir conforme a un modelo y no una verdad revelada por Dios y enseñada por la Iglesia como tal.

¿Y de dónde viene esa regla de vida que es el celibato sacerdotal?

Viene del mismo Jesucristo quien vivió la proclamación del Reino desde un corazón célibe. Sus afectos estaban puestos directamente en su Padre, tal como se puede constatar al leer el Evangelio.

¿La Biblia recoge el celibato sacerdotal?

Hay unos cuantos pasajes del Evangelio en los que Jesús habla de esa renuncia. Por ejemplo, el texto de San Lucas en el que se dice: «Les aseguro que nadie que haya dejado mujer, hijos, padres y hermanos por el Reino de Dios…» (Lucas 18, 20-30). Esto quiere decir que Jesús aplaude la posibilidad de que seamos llamados a dejarlo todo por el Reino de Dios. Incluido el matrimonio, la maternidad o la paternidad.

Y ¿desde cuándo se vive esto así en la Iglesia?

Desde el comienzo. Así lo señalan múltiples estudios y reconocidos historiadores como J.H. Newman en su «Apología pro vita sua». Sin embargo, a finales del siglo XIX se sostuvo una opinión contraria, afirmando que en la Iglesia la norma que imponía el celibato se había formado con el pasar del tiempo y que había llegado a tener su conformación definitiva en el Concilio de Trento, finalizado en el año 1563. Y otros, decían que esa norma había sido impuesta en el Concilio Lateranense IV en el año 1215. Sin embargo, las últimas investigaciones documentales, ciertamente apuntan a que el celibato efectivamente es una tradición de origen apostólico. Hasta ahora, la referencia documental más antigua que habla con claridad del celibato sacerdotal, es del Concilio de Elvira en el año 305. Y las Decretales del Papa Siricio y las decisiones del Concilio de Cartago que son del año 390. Estas normativas parecen imponer más bien medidas disciplinares. Es decir, que ya desde antes del 305 estaba establecida la norma del celibato.

Y ¿de dónde viene que el Papa diga que en la Iglesia católica también hay sacerdotes casados?

De que en la Iglesia católica hay varios ritos o tradiciones culturales diversas. El Rito Católico más extendido y numeroso es el Rito Latino, al que nosotros pertenecemos y que representa más del 95% de toda la Iglesia católica. Pero también existen los Ritos Orientales Católicos. Hacia el año 680 hubo un Concilio que se reunió en el Palacio Imperial de Constantinopla en la sala de la cúpula (el trullo) y de allí que se le conoce también como Concilio Trullano. Este concilio decretó cierta permisividad para el clero y admitió la posibilidad de ejercer el ministerio sacerdotal a hombres casados, manteniendo su vida conyugal. Esto se vivió desde entonces en las iglesias católicas de Rito Oriental. Sin embargo, es la minoría del clero la que opta por casarse. Dejando claro que el matrimonio debe celebrarse antes de recibir la ordenación sacerdotal. Porque, una vez recibida la ordenación sacerdotal, ya no pueden contraer matrimonio. En cuanto a los obispos del Rito Oriental, siempre deben ser célibes.

Entonces ¿es en el Rito Latino de la Iglesia católica en donde los sacerdotes no pueden casarse? Sí. ¿O sea, que en el Rito Latino de la Iglesia católica se les impone el celibato a los sacerdotes?

No es exacto decir eso así, más bien hay que entender que la Iglesia católica no obliga o impone el celibato a quienes eligen el sacerdocio. Lo más exacto sería decir que la Iglesia católica elige a los sacerdotes entre aquellos que siguen el llamado del Señor a ser célibes.

¿Y no sería mejor dejar que los sacerdotes se casaran?

Pienso que no. Porque el celibato es la norma de vida que siguió Jesucristo y todos los apóstoles. Porque el celibato dispone mejor para una entrega sin condiciones a Dios y a los hermanos. Porque en la historia de la Iglesia hasta nuestros días, hay una multitud de sacerdotes que abrazando el celibato sacerdotal han dado un ejemplo admirable de santidad y entrega a los demás.

Piénsese, sin ir más lejos, en un San Juan Pablo II, hombre cabal, de una personalidad armoniosa, serena y alegre, que reflejó admirablemente la paternidad de Dios. Fijémonos en un Dr. José Gregorio Hernández, que sin ser sacerdote, vivió también el celibato por amor al Reino de Dios entregándose generosamente a los más necesitados.

Y ¿qué son los Diáconos permanentes?

Son hombres que han recibido el Sacramento del Orden en su grado menor. Son clérigos, pero no son sacerdotes. Están para ayudar a los obispos en todo lo que necesiten. Los Diáconos permanentes que están casados, viven con sus esposas y familia y procuran vivir la castidad según su condición de casados.

Entonces ¿qué es lo que está en crisis, el sacerdocio o el matrimonio?

Si juzgamos, lamentablemente, por el número de divorcios en relación con el número de sacerdotes que están en problemas, la conclusión sería que el matrimonio es lo que está en crisis. Pero, en realidad, la crisis está en el concepto de amor. Qué es lo que la gente por ahí, piensa qué es el amor. Esto es lo que parece que está enfermo y es lo que hay que curar.

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