El gran acuerdo

22 de agosto, 2016 - 3:09 pm
José Lombardi / Presidente de Copei Maracaibo

El planteamiento central sobre las propuestas para alcanzar la paz y el progreso, recae en la posibilidad de la población (cada ciudadano) en poder desarrollar a plenitud sus facultades y capacidades

Foto: Cortesía

En días pasados un grupo importante de organizaciones no gubernamentales (Aipop, Asoprodem, Cedice, Cedev Monte Ávila, Coener, Ifedec, Conindustria, Consecomercio, Fedecámaras, Fundación Adriani, Venezuela Positiva, FVM, Grupo La Colina, La Venezuela que Queremos Todos) divulgaron a la opinión pública un documento intitulado Necesidad de un Acuerdo Nacional para el Progreso y la Paz de Venezuela.

El planteamiento inicial recae en el «punto de inflexión histórico» que atraviesa Venezuela, debido al modelo hiperpresidencialista, centralista, estatista, partidocrático, rentista, fiscalista, monoproductor e insolidario que ha prevalecido en los últimos 50 años, dando como resultado «una gigante estructura social de pobreza y una ausencia de estabilidad».

El planteamiento central sobre las propuestas para alcanzar la paz y el progreso, recae en la posibilidad de la población (cada ciudadano) en poder desarrollar a plenitud sus facultades y capacidades «el desarrollo humano se logra de manera integral y el individuo cuenta con capacidades y oportunidades para ser agente de su propia vida y nadie ejerce sobre él, coerción externa que le impida emplearlas».

Según la propuesta, es necesario: convivencia política, prosperidad económica sostenible, democracia plural y deliberativa, Estado de Derecho, independencia de los poderes del Estado frente al poder político y económico, a fin de producir las condiciones necesarias y óptimas que permitan el desarrollo de la personalidad y capacidades de cada integrante de la sociedad venezolana.

Los grandes desafíos del siglo XXI que plantea la propuesta son:

1) Erradicar la pobreza

2) Superar el modelo rentista petrolero

3) Reformar el poder político, derrotando el hiperpresidencialismo, centralismo y populismo por un fuerte poder regional y municipal, una activa participación ciudadana en donde los partidos políticos tengan un rol distinto al actual «se trata, entonces, de encontrar nuevas fórmulas de relación entre el Estado y la sociedad que permitan conciliar los intereses de los partidos políticos y de los grupos económicos con los intereses concretos de los ciudadanos».

El documento concluye proponiendo un gran acuerdo político que permita desarrollar con éxito los acuerdos económicos y sociales para superar la crisis y aspirar una sociedad moderna, próspera, justa y verdaderamente democrática. A mi modo de ver y coincidiendo con la propuesta, el gran reto de los venezolanos del siglo XXI es alcanzar un clima de convivencia y respeto sobre la base de un proyecto democrático común e incluyente, después de eso, la paz y el progreso llegarán como resultado.

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