Editorial: La locura hecha Fiscal

13 de agosto, 2014 - 4:02 pm
Redacción Diario Qué Pasa

La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostienen la Igualdad y la Libertad.  Simón Bolívar (13.1.1815)

Señora Fiscal General del Ministerio Público:

La Fiscal Sexta del Zulia, abogada Blanca Tigrera, tiene que ser sometida a un proceso disciplinario severo, previa averiguación de los hechos que pongo a su vista, para removerla del cargo que desempeña, debido a los episodios que protagoniza en el ejercicio de sus funciones.

Tan importante funcionaria, obligada por encima de todas las cosas a velar por el imperio de la ley, hubo de ser esposada, por mandato de la Jueza Undécima de Primera Instancia en Funciones de Control, abogada Maribel Morán, para que la sacaran de su despacho cuando, con la pretensión de imponerle una decisión a la juzgadora, la insultó, la vejó y la humilló —comportamiento habitual de esta fiscal con jueces, auxiliares de justicia,justiciables, indiciados, subalternos, etcétera—, llegando al extremo de, para evitar ser agredida físicamente, la magistrada hubo de pedir auxilio al alguacilazgo, cuyos funcionarios sometieron a la agresora y, detenida, la condujeron a la oficina de los alguaciles donde, después de mucha conciliación, se arrepintió de su aberrante conducta, pidió perdón y la dejaron ir. La juez agredida denunció los hechos ante sus superiores y usted, puesta en autos, sabemos que obrará en consecuencia.

También le presentamos el caso de la ciudadana, Jained Pájaros: Distinguida Fiscal General, esto es de antología y, por favor, pida información y ordene lo pertinente para, en conocimiento de los hechos, ordene usted abrir la averiguación correspondiente.

La fiscal Blanca Tigrera, en relación con el caso de esta señora, conduce la averiguación y en ella encontramos allanamiento de morada —sin orden judicial—, detención de dos menores, una niña de 15 años y otra de 14, llevadas al Comando Central del CICPC en Maracaibo, detenidas en las instalaciones de este cuerpo donde, esposadas, pasaron la noche, para ser trasladadas a la mañana siguiente, al Palacio de Justicia, donde las dejaron en depósito a la orden de un Juez de Menores, quien declinó la competencia y ordenó remitirlas a la ciudad de Cabimas, ciudad en la cual residen y fueron detenidas.

Para trasladar a las menores de regreso, de Maracaibo a  Cabimas, las embarcaron en la parte de atrás de una furgoneta, de las llamadas, «perrera», y en la cual también trasladaban delincuentes que iban destinados al retén policial de esa ciudad.

En este caso, hay de todo y ya le iré contando, aunque si usted lo considera procedente, la madre lesionada iría hasta Caracas para ponerse a la disposición de su Despacho y narrarle cuanto sabe, que es mucho más grave que lo descrito en este suelto: A esta señora, la fiscal Tigrera la ha infamado, humillado, vejado e imputado para castigarla por haberla enfrentado.

Cursan, por ente el despacho del Fiscal Superior de la Jurisdicción, gravísimas denuncias contra la funcionaria y de las cuales le iré informando, semanalmente, hasta agotar el inventario de hechos que comprometen, no solo a la Fiscal, sino a la Institución que usted representa. Hoy le comunico dos casos, de cuatro que tengo, para que, solicitando toda la información sobre lo relatado y, oída la fiscal en cuestión, pueda usted de inmediato decidir.

De paso, la fiscal Blanca Tigrera, se anuncia como la próxima Fiscal Superior, pues dice tener en el asador al titular de dicho cargo: Según dice, entre ella y unos militares que la apoyan, el Zulia está en sus manos. ¡Qué Dios nos coja confesados! Amén.

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