Democracia cristiana: opción a la crisis

29 de febrero, 2016 - 3:00 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Decía Alberto Adriani que «el tiempo pasa y se nos cobra»; mientras en Venezuela no se hagan las correcciones necesarias para enfrentar la crisis, el tiempo nos seguirá pasando y cobrando una realidad de atraso y pobreza.

Los avances y desarrollo que pudimos tener en los primeros años de la llamada Cuarta República, se fueron desvaneciendo a tal punto que hoy los indicadores económicos, sociales e institucionales, nos sitúan entre los países con más atraso. Si revisamos la página del World Economic Fórum (www.weforum.org/gcv), podremos percatarnos de nuestra precaria y bochornosa realidad, con 144 países estudiados y comparados,  el informe coloca a Venezuela en los últimos 20 puestos en incentivo a la eficiencia, incremento a la innovación, respeto institucional, dotación de infraestructura, macroeconomía, mercado eficiente, mercado laboral eficiente, mercado financiero eficiente, innovación técnica, entre otros.

Más allá de estos indicadores negativos, los venezolanos tenemos una realidad que sentimos y padecemos a diario, una crisis generalizada que nos devora, llenándonos de angustia y desesperanza. Según el trabajo publicado por la fundación Albeto Adriani Ilusiones y Realidades, se han creado dos arquetipos de ciudadanos, el primero, un zombie proletario que debe encontrar su subsistencia básica en bienes de consumo racionados en cantidad y tiempo y un segundo arquetipo definido como «ciudadano auto-enclaustrado» quien defiende lo poseído y escapa de la agresión del Estado en medio de una penuria creciente, enmarcado en un clima de histeria colectiva o circuito del miedo.

Sin embargo, como diaria el rector Ángel Lombardi «ninguna sociedad se suicida» por consiguiente estamos en una fase de encontrar los mecanismos capaces para superar la crisis y seguir adelante, tal como nos los decía el filoso católico francés y promotor del humanismo integral Jacques Maritain, la vida siempre es progresiva, lineal y hacia adelante, de tal manera que así tengamos la percepción de haber retrocedido al siglo 19, la realidad que se impone es el siglo 21.

La semana pasada, tuvimos la responsabilidad de coordinar en el Zulia, el evento Frente al 2016 encabezado por el Dr. Eduardo Fernández y el Dr. Román Duque Corredor, en donde tuvimos interesantes encuentros con la sociedad civil, experiencia enriquecedora que sirvió para alentarnos e impregnarnos de esperanza.

Los diferentes encuentros, estuvieron cargados de un profundo mensaje demócrata cristiano, inspirados en el principio de las semejanzas que tenemos como hermanos por ser hijos del mismo padre, Dios. Frente al 2016 es una propuesta para superar la crisis, a través de la sustitución de la cultura del odio por la del entendimiento, para una vez alcanzado el punto de encuentro, iniciar con éxito cualquier política que permita mejorar las actuales, es imposible alcanzar la gobernabilidad para tomar las medidas que se requieren para salir de la crisis, sin previamente lograr un entendimiento o acuerdo entre los sectores confrontados.

La Democracia Cristiana venezolana, ha dado un paso hacia adelante, colocando sobre la mesa, una propuesta inspirada en sus valores de fraternidad, solidaridad y bien común, convencida de su viabilidad y éxito, invita a los venezolanos a detener los radicalismos extremos para darle paso a el equilibrio necesario que permita crear las condiciones favorables para el progreso de todos.

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